martes, 1 de junio de 2010

SEFIROT


Y el mundo nos ofreció sus manjares, abriéndonos paso por sus innumerables sendas.... Pero el animal fue creciendo y mezclándose hasta mutar en la forma final. La que acabaría con el planeta tierra.

El castigo no fue divino sino humano. La conciencia es el árbol de la vida y el que tomó de su fruto supo dominarlos a todos.

En la rama más alta, el fruto más preciado: la oratoria. Este arma de doble filo que doblegó las mentes forjando en ocasiones la libertad del pensamiento y que acabo de cercándolos en los patrones de ideas prefabricadas.
Como todo recurso natural, las ideas del mundo también tienen su precio. La mayoría de ideas que arrastraban a las masas se recogieron en libros que explicaban el principio y el final del ser humano y llenaron la historia de temor y promesas de eternidad.
Y cada región estableció sus normas, basadas en el interés de los todopoderosos que necesitaban rebaños para hacerlos luchar y mantener así, un orden en el que ellos siempre fueran venerados.
Pero el rebaño necesita renovarse de ideas puesto que la experiencia es una buena manera de comprobarlas. Mientras hubieran rebeldes, se cortarían las lenguas. Pero hubo quienes empezaron a adorar a las lenguas cortadas porque era el mayor sacrificio que alguien podía hacer para poder dudar de lo establecido.
El miedo hacía sucumbir a las mentes despiertas.Hasta que se descubrió la unión y la clandestinidad entonces no hubieron suficientes verdugos para cortar tantas lenguas.
El deseo de sustituir la supervivencia por vivir había entrado en el juego. Jaque al Rey.


CONTINUARÁ....

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